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martes, 31 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Mi- Las maravillas- 15

15


Al cabo de un rato, el doctor Gutiérrez salió de su despacho y al cruzarse con la hermana Pilar le dijo:

—Hermana, venga a ayudarme a hacer una cura.
—Sí, doctor.

Cuando él se aseguró de que nadie los podía ver, agarró a la religiosa por el brazo y le dirigió una irritada mirada a la vez que le endilgó:
—Es la última vez, hermana Pilar. ¿Me ha comprendido? No pienso seguir cubriendo sus artimañas y dando la cara ante esta pobre gente que lo único que ha hecho es traer un hijo al mundo. ¿Entiende lo que le digo, hermana?

La monja sonrío de una manera tan siniestra que el médico no pudo evitar dar un paso atrás.

—¿Pobre gente dice, doctor? ¿Me está hablando de la misma gente a la que usted explicó que su hijo policía nacional había muerto, ocultándoles que, en realidad, había hecho todo lo posible para que eso ocurriera?

—No es lo mismo y usted lo sabe. Estaba empezando a ejercer. El maldito gris me golpeó salvajemente en una manifestación en mi época de estudiante. No olvidé su cara y cuando lo encontré en una de las habitaciones de las que yo era responsable…—Replicó el médico.

—¡Claro! No pudo evitar aumentar la dosis del fármaco intravenoso. Eso fue lo que le hizo fallecer en pocas horas ¿verdad?-cortó la monja.

¡Eso era un secreto de confesión! —protestó él.

—Ya sabe que el padre Serafín y yo gozamos de una gran amistad y confianza-rio ella—. Doctor Gutiérrez, escuche con atención—espetó mientras se zafaba del médico—, seguirá usted ayudándonos siempre que se lo pidamos. ¿Ha quedado claro? Considérelo una penitencia por su, digamos, pecado mortal.


FIN DE LA PRIMERA PARTE

¡NO TE QUEDES CON LA INTRIGA!

¡CONSIGUE YA "LA SEXTA CUERDA!



lunes, 30 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Mi- Las Maravillas- 14


14


—¡Lola! ¿Qué ha pasado?—dijo Isidre entrando en la habitación todo lo rápido que le permitían sus heridas y contusiones. Su mujer lloraba y sollozaba, rodeada de batas blancas.

—Isidre, Miquel ha… —Fue incapaz de acabar la frase con la palabra que había hecho pedazos las ilusiones y la alegría de aquella misma mañana.

—¿Es usted el padre?—preguntó el médico que estaba junto a ella.

Isidre se sobresaltó; no lo había visto entre tanta gente.

—Sí, soy yo—respondió él, aún más confundido—. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está mi hijo?

—Soy el doctor Gutiérrez. Venga conmigo, por favor—ordenó el médico mientras salía de la habitación. El desconcertado padre lo siguió todavía más intrigado.

Entraron en un despacho que tenía muchos diplomas colgados en la pared, una mesa y tres sillas. Se sentaron frente a frente.

—Bien, señor Tarrés. Lamento tener que comunicarle el fallecimiento de su hijo Miquel—espetó el doctor.

—¿Cómo? ¿Qué ha ocurrido?—exclamó Isidre, mientras trataba de digerir lo que le estaba contando aquel hombre.

—Señor Tarrés, su hijo ha sufrido lo que tristemente se conoce como muerte del lactante. No hemos podido reanimarlo—explicó el doctor Gutiérrez.

—¿Puedo…? ¿Podríamos verlo?—preguntó con voz queda.

—No, señor Tarrés. Está tan desfigurado que no lo reconocería. Sería un trauma para los dos. Lo siento mucho, de verdad. Intente mantener la entereza. Su esposa lo necesita ahora más que nunca: ya sabe cómo son las mujeres. Vaya con ella. Le acompaño en el sentimiento.



Isidre obedeció la orden del médico como un autómata y salió de aquel despacho hacia la habitación donde estaba su desdichada compañera. Su mala suerte parecía no tener fin y el destino le gastaba esa broma tan macabra. Se sentía morir, pero enseguida recordó cuando se había jurado a sí mismo ser fuerte para proteger a Lola y a Martí. Pues pensaba cumplirlo.





viernes, 27 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Mi- Las Maravillas- 13




—Buenos días. ¿Cómo está este chiquitín?—dijo la hermana Pilar entrando en la habitación.

—Es un tragón. Acaba de comer.

Todavía no había amanecido y Lola estaba dormitando después de haber dado de comer a Miquel. Aquel iba a ser un día importante. Si todo iba bien y los médicos no decían lo contrario, madre e hijo se irían a casa.

—Venga, pues vamos a ponerte guapo—dijo la monja cogiendo al niño—. ¡Qué lindo eres, madre mía!

Lola sonrió mientras la hermana salía de la habitación con su bebé en brazos. Estaba impaciente por abrazar a su hijo mayor Martí, al que no veía desde la noche en que había nacido Miquel. Quería ver la cara que pondría al conocer a su hermanito recién nacido. Seguro que llegarían a ser buenos compañeros de travesuras. Se sentía muy ilusionada ante esa perspectiva. Había formado con Isidre una familia como siempre había soñado.

Mientras ella vivía esos deliciosos instantes, la hermana Pilar se dirigió a la habitación privada, dónde estaban la dama y su marido y llamó a la puerta:

—Pase—ordenó una voz firme desde dentro.

La monja obedeció y después de cerrar, puso con cuidado el bebé en los brazos de aquella mujer mientras su marido observaba mudo.

—Aquí está, señores Torres. Enhorabuena, son ustedes los padres de un niño precioso.





jueves, 26 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Mi- Las Maravillas- 12




Ya habían pasado dos días desde el entierro de Diego, cuando una mañana un número desconocido hizo sonar el móvil de Rosario, despertándola:

—¿Sí, diga?—contestó mientras se incorporaba en la cama.

—Buenos días. Soy Juan Carlos Escudero. Quisiera hablar con doña Rosario Lima.

—Soy yo.

—Encantado, señora Lima. Soy el gestor que está tramitando el testamento de su difunto esposo. He hallado un documento que me gustaría comentar con usted. ¿Sería posible que nos viéramos esta misma tarde a las cinco?

—Sí, sí, perfecto. Espere, que busco algo para escribir y tomo nota de la dirección—respondió Rosario.


Se trataba de una oficina situada en el céntrico Paseo de Gracia barcelonés, muy cerca de su domicilio. Después, la viuda puso el despertador para tener el tiempo justo para ducharse y llegar puntual a su cita. Apagó la luz y volvió a cerrar los ojos. Debido a los hechos que acababa de vivir, no dejaba de tener sueños agitados. De todas formas, los prefería mil veces a la terrible realidad de su recién estrenada soledad.
 Había dormido tanto en esos días, que tan solo consiguió conciliar el sueño durante una hora. Estaba segura de que había despertado a causa de la pesadilla. De nuevo, surgió aquella escena en la que ella abría la puerta del maldito camerino y se encontraba con Diego agonizando. Esta vez, sin embargo, había conseguido llegar hasta donde estaba el cuerpo de su marido a la vez que gritaba:

—¡Diego, no me dejes, Diego!
Acarició con ternura el rostro de su marido. La mirada azul del guitarrista era aún más fría de lo que había sido durante sus últimos días de vida. Las palabras que surgieron de los labios de su amado se le grabaron a Rosario:

—No soy Diego.
Después falleció de nuevo entre sus brazos.


miércoles, 25 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Las Maravillas- 11



—”Pues resulta que esa zorra tenía marido tal y como me decía”—pensó la monja.

 Aunque ya era demasiado tarde para andarse con remilgos. Se había comprometido y había dado su palabra.

 Aquella distinguida dama y su esposo aguardaban en su habitación privada desde esa misma mañana. Estaban ilusionados. Por fin iban a tener la dicha de ver su hogar bendecido con un hijo. Además, era un niño muy guapo. Seguro que los colmaría de dicha y felicidad.

La hermana Pilar lo consideraba un acto de la máxima justicia. No se podía permitir que personas cristianas de bien no pudieran sentir la alegría de ser padres y eso había que solucionarlo. Se sentía un simple instrumento de los designios del Señor.


Tenía que ser pronto. Sería su buena obra del mes. Lo haría al día siguiente, por la mañana, cuando se llevara a Miquel para asearlo.

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martes, 24 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Mi- Las Maravillas- 10

10



Lola estaba encantada cuando le mostraron a su hijo. Era precioso, con abundante pelo negro y ojos azules. Al contrario que Martí, que era idéntico a su marido, este bebé se parecía a ella.
El recién nacido se encontraba perfectamente y era un tragón; a menudo se lo tenía que poner al pecho para darle de mamar.
Al cabo de dos días de haber dado a luz, apareció Isidre por  la habitación del hospital. Al verlo, su mujer se sobresaltó.

—Pero… ¿Qué es lo que te ha pasado?

—Tuve un accidente en la fábrica. Me caí desde una cierta altura y quedé inconsciente. Avisaron a una ambulancia para que me llevara al hospital. Fueron a casa a avisarte, pero como no había nadie, no pudieron decirte nada.



 Isidre, Fuensanta y Roque se habían inventado esa mentira para ahorrarle un disgusto a su mujer, evitar que se le “cortara la leche” y que no pudiera seguir alimentando al pequeño.

—Hemos estado todos muy preocupados, yo la primera. Roque ha estado buscándote por todas partes—explicó Lola.

—Bueno, pero eso ya ha pasado. A ver, ¿dónde está mi chiquitín? ¡Pero qué guapo eres! Eso es porqué te pareces mucho a mamá—dijo él, zanjando así el tema de su desaparición.

Aquella iba a ser la única conversación que tendrían sobre aquellos días en que Isidre había permanecido lejos de su familia. Él iba a ser fuerte porque Lola y sus hijos se lo merecían.

—¡Este niño parece un ángel! ¿Y si lo llamamos Miquel?—propuso a su esposa.


—Es una idea genial, ¿verdad, Miquel?—concedió ella sonriendo.



 

lunes, 23 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Mi- Las Maravillas- 9





—Has tenido suerte, campeón. Puedes irte a casa.

Quien decía estas palabras era uno de los funcionarios de prisiones que se encargaban del recinto donde estaba encerrado Isidre.

Eran las tres del mediodía del viernes once de julio. Hacía casi cuarenta y ocho horas que había empezado aquella pesadilla. Intentó lavarse la cara, pero tanto esta como sus manos estaban grotescamente hinchadas. Aunque sentía mucho dolor, estaba muy contento; alguna de las divinidades a quien se había encomendado en las jornadas anteriores lo había escuchado y se había apiadado de él.

En cuanto pudo, lo llevaron a las oficinas. Mientras esperaba sentado en una incómoda silla de plástico en un pasillo, pasaron dos policías que iban hablando:

—¿Te has enterado de que Torres va a ser padre? ¡Su mujer ha ingresado para dar a luz!

—¿Qué me estás contando? ¡Ni tan solo sabía que María Teresa estuviera embarazada!

—Nadie lo sabía. Ha sido una auténtica sorpresa. Por lo visto Torres ha salido hacia el hospital esta mañana.

—Jajaja, pues como el niño tenga los mismos huevos que su padre, estamos arreglados…

Isidre se sobresaltó. Recordó que Lola estaba también a punto de dar a luz a su hijo y su corazón se aceleró. No sabía nada… ¿Y si ya había nacido?

En cuanto pudo salir de la comisaría se dirigió todo lo deprisa que pudo a su casa. Al llegar se encontró con que no había nadie. Bajó corriendo al piso de su vecina y llamó desesperado:

—¡Fuensanta, abre, haz el favor!

La puerta se abrió y la prima de Lola apareció sorprendida de ver a Isidre en aquel lamentable estado.

—¿Dónde está mi mujer?¿Y Martí?¿Están bien?


—Isidre, ¿De dónde sales? ¿Qué te ha sucedido? ¡Te hemos estado buscando por todas partes! Martí está aquí conmigo y Lola está en el Valle Hebrón desde hace dos días. Enhorabuena, primo: eres padre de otro niño.



 

domingo, 22 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Mi- Las Maravillas- 8

8


Diego Torres de Castro, el guitarrista barcelonés reconocido a nivel mundial, había fallecido con tan solo cuarenta años de edad . A su vez, nació una nueva leyenda musical. Al parecer, el músico había sido estrangulado con la sexta cuerda de su propia guitarra.

El médico forense certificó la causa de muerte por asfixia y mencionó en su informe una cierta cantidad de alcohol y de antidepresivos que había encontrado en el cuerpo. Se decretó un estricto secreto de sumario y al público no se le comunicó la causa real del fallecimiento.

Los periodistas enloquecieron y en todas las cadenas de televisión y prensa escrita hablaban del asunto. Cada uno tenía su propia teoría para justificar la muerte de Diego. La más aceptada entre ellos era la del suicidio. Las causas con las que lo justificaban iban desde problemas matrimoniales, con su padre, depresiones o enfermedades mentales no diagnosticadas. Un reconocido reportero incluso apuntó a un consumo de drogas por parte del finado.

Rosario no recordaba nada de lo que había seguido al encuentro de su marido fallecido. Las imágenes de ese instante se presentaban en su cabeza como en una nebulosa.

Por suerte para ella, Luis asumió todas las responsabilidades que implicó el hacerse cargo de los restos del guitarrista después de la autopsia, desde la preparación de la ceremonia, avisando a familiares y allegados,  pasando por la interminable y odiosa burocracia y terminando en cuando el operario municipal colocó la lápida de mármol sobre el nicho.

El Palau de la Música se ofreció para ser el lugar donde se celebrara un acto en homenaje al desaparecido músico, que fue enterrado en el Cementerio de Montjuïc, junto a los restos de su madre, María Teresa de Castro, a quien Diego siempre se había sentido muy unido. Ahora descansaban juntos para siempre.

Rosario recordó el frío reencuentro que había tenido con Fermín. El anciano padre de Diego tan solo hizo acto de presencia en el camposanto. Lo encontró muy avejentado, confinado en su silla de ruedas. Siempre había tenido una pésima relación con su hijo. Aun así, Diego había tenido la deferencia de internar a Fermín en una magnífica residencia para que estuviera bien cuidado hasta el ocaso de sus días. Ella pensaba que aquel hombre de verdad era odioso y malvado. Debería de haber estado en el lugar donde yacía su marido.



   





sábado, 21 de mayo de 2016

PRIMERA CUERDA- Las Maravillas-7

7
—¿Dónde está su marido, Dolores?—le volvió a preguntar la monja.

—No lo sé. ¡Aaaaaaaaaaaaah!—una nueva contracción hizo gritar de dolor a Lola. El bebé no tardaría en salir e Isidre aún no había llegado.

—Hija mía estas cosas pasan… Venís a servir a la ciudad y os abrís de piernas ante el primero que os dice cuatro cosas bonitas. Luego vienen las consecuencias. Yo puedo ayudarte —explicó aquella sierva de Dios.

—¿Qué quiere decir?—preguntó la parturienta. No entendía lo que le estaba diciendo.

—Un niño necesita una madre y un padre para crecer bien…
—Yo estoy casada. Tengo marido—exclamó sorprendida la joven.

—Claro, claro, hija mía. ¡Lo acabo de ver ahora! —Ironizó la monja—. Mira, todas decís lo mismo y a veces incluso parece que os lo creáis y todo. Te estoy proponiendo que hagas lo mejor para el bebé y lo des en adopción.

—¡No! Le he dicho que yo… ¡Aaaaaaaaaaah!—la contracción había sido mucho más intensa y dolorosa.

—”Esta vez la zorra se resiste más de lo normal, pero de todos modos haré que ese niño que ha de nacer tenga un hogar como Dios manda”pensó la hermana Pilar, mientras veía como aquella criatura se abría paso al mundo.